lunes, 2 de agosto de 2010

¿Y si me complaces?

Ella es una chica que le gusta lo prohibido. Suelo hablar con ella horas largas por teléfono mientras me cuenta de su chico. Pronto será su cumpleaños y no tengo idea del regalo que le voy a dar. Nada me parece apropiado para regalarle. Nada excepto una embase de lubricante para que pueda hacerlo con su chico el día de su santo.

Ella desea pasar momentos íntimos con su chico, a él parece no importarle tener algo más que besos y abrazos. Ella me cuenta que su chico no la toca, que a veces siente que a él se le para pero no hace nada. Ya se cansó de provocarle erecciones, ahora quiere sentir ese pedazo de él que tanto desea tener.

A veces, cuando le entra el romanticismo, me cuenta que ya no espera hacer nada con su chico, que solo le basta tenerlo cerca y sentir que él la ama. Ama tanto a su chico que suspira por los poemas que él escribe, aunque estos tengan muchas veces un significado áspero. Él intenta ser romántico pero manifiesta en sus escritos la rebeldía de su alma.

Él es mi amigo. Compañero de muchas escapadas de fin de semana. Alcoholizados amanecemos algunos domingos hablando de política o debatiendo conceptos de amor, o, en el peor de los casos, de desamor.

Él jura amar a mi amiga. Como muestra de ello, él se grabó en un teléfono celular diciendo: ¡Ruth, te amo, yo killer! Grabación que ella escuchó semana después y disfrutó a carcajadas.

Él quiere ser escritor y ella quiere ser su chica. Él quiere embriagarse y ella quiere tenerlo algún día desnudo. Él prefiere ir al estadio a alentar al club de sus amores y ella lo considera a él como su único amor. Su relación ya lleva casi medio año, es mucho tiempo considerando que él nunca tuvo enamorada.

Es un amor raro, pero amor al fin y al cabo. Él quiere filmar una película porno y ella quiere, lo sospecho, ser su actriz todas las veces que se quedan solos en su casa.

Él le ha propuesto hacer el amor pero con una condición: que ella se vista de colegiala. Ella ha aceptado pero aún no lo complace. Ambos se aman, se desean y se extrañan, me lo han confesado.

Ella se escapa al anochecer con la excusa de salir a correr y va a casa de él, su chico. Comparten horas juntos en la oscuridad de la noche, o, si tienen suerte, en la oscuridad de su cuarto. Ella me contó que ha pasado la noche con él pero que no ha pasado nada, al menos nada malo, me lo asegura. Yo creo que entre las parejas no hay nada malo, excepto la infidelidad. Las poses, las caricias inadecuadas, los besitos traviesos y todo, en absoluto, está permitido al momento de amar.

Ella detesta a mi ex enamorada porque dice que no sabe valorar mi amor. Yo le digo que no la odie, que nuestra separación fue porque ambos lo decidimos así.

Hace unos minutos hablé con ella por teléfono (mi amiga) me contaba que por fin sucedió, que hace dos días hizo el amor con su chico. Me cuenta de forma descarada que le tocó su miembro, que disfrutó mucho de aquel momento, lo único malo es que su enamorado no aguantó el primer round y se le vino muy rápidito.

Yo le dije que es porque seguramente no está acostumbrado a hacerlo, de tanto porno que ve y de tantas masturbaciones que se hace, ha surgido su precocidad. Le digo también que lo intente con algunas copas de más, que los hombres aguantan más el primer polvo ebrios (lo sé porque desde hace mucho tiempo leo teoría sobre este tema). Ella se ríe y me dice que lo intentará. Me confiesa que tuvo mucha suerte el día que lo hicieron porque la mamá de mi amigo llegó minutos después que terminarán su faena sexual.

Ella me cuenta que fue rico haberlo hecho con él, con su chico. Me explica muy alegre que lo besó todito, pero que no llegó a chupárselo, enfatizó. Él quiso que lo ataran para tener un sexo más salvaje; sin embargo ella no lo complació, solo quería juntar su sexo con el de él y disfrutar del delicioso placer que generan los cuerpos desnudos al momento de agitarse de forma descontrolada.
Me dice que tiene que salir.

Irá a Chorrillos para ayudar a un amigo a reconquistar a su novia, ya que semanas antes se han peleado porque él se quedó una hora encerrado con la amiga de su novia en el cuarto de un hotel, y jura que no pasó nada.

Así que me despido y quedamos en hablar en la noche.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

oe naranyo esta todo bien ya pero al final la kagas kon lo d chorrillos ¬¬!

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