lunes, 24 de agosto de 2009

Mis miedos y tus dudas

Pasarán los días, y de seguro seguirás lejos de mí. Ausente. Serás victima de tu conflictiva duda mental.
Me pediste tiempo, no me diste una explicación convincente, sin embargo, respeto tu voluntad. Tendré que mantenerme en una espera incesante y probablemente aquel tiempo se extenderá por demás.
Los días no serán iguales, transcurrirán de un modo distinto. En realidad, nada es igual cuando te encuentras distante.
Antes que me pidas ese maldito tiempo, pensé que mientras transcurrían los días nuestros caminos se iban unificando. Pensé que cada vez se minimizaba más el tiempo de nuestro encuentro. Pero no, no fue así. Tú decidiste tomar otro camino descartando mi compañía. Decidiste tomar un viaje voluntario en el cual no había lugar para mí. Quién nos viera ahora, ahora que nuestras fronteras se dividen por un barranco inútil.
No sé cuánto tenga que esperar, tampoco sé si lo haga. Soy débil. Soy de sentimiento frágil y suelo regocijarme en lugares inadecuados. Solo basta de una diminuta sensación de cariño para ceder.

Tal vez me deprima al recordar tu mirada, tal vez ahora me lamente por haber rechazado ciertas veces un beso tuyo, pues nada me hace tanta falta ahora que tus besos, extrañaré las eternas despedidas nocturnas que solíamos tener. Extrañaré tu voz tierna, tus suaves palabras de amor. Extrañaré tu fija mirada que se posaba en mí cuando te contaba breves historias de amor. Extrañaré tu traviesa mano deslizarse por mi rostro. Tantas cosas por escribir y sin embargo tan pocas por decir.
Sé que volverás. Sé que nunca tendremos una despedida definitiva, pues así tengamos caminos distintos, nuestros rumbos se entrelazarán por algún hecho fortuito. Así como cuando nos conocimos, tú no sabías de mí ni yo de ti, pero el destino se encargó de organizar nuestro encuentro, y fue genial.

Lo que más temo ahora, es que nuestros miedos terminen consumando su voluntad.
Quizá nunca te vayas de mi vida, aun así, eso no garantiza que tú seas la eterna dueña de mis sentimientos. Nuestras vidas estarán vinculadas, mas no nuestro amor. Y a eso le temo, no soportaría verte en brazos ajenos a los míos.

0 comentarios:

Publicar un comentario