miércoles, 17 de agosto de 2011

Ella

Ella me conoció de casualidad
Por capricho del destino
No había opción, tenía que suceder


Ella me mira y no dice nada
Permanece quieta
Se repliega en mis brazos mientras descansa


Ella conserva cierto misterio
Su silencio lo ha confesado
No intento saberlo
No me conviene, lo presiento


Ella me quiere, me lo ha dicho
Yo le creo, no tengo por qué dudarlo


Ella es mi confidente, mi cómplice, mi chica mala
No tiene miedo, no teme a nada
Al menos así parece


Ella no vacila, se atreve, es decidida
Es más valiente que yo
Es fácil ser más valiente que yo.


Ella me demuestra una parte que desconocía del amor
No hay duda, la quiero
Me tiene sometido a sus encantos
Y yo quiero permanecer así: a su lado


Ella conserva un aroma delicioso
Su piel desnuda suele invitarme a acariciarle el cuerpo tibio con los labios
A besarla con paciencia, despacito
A ir descubriendo nuevas vibraciones en cada beso
en cada lugar, en cada rincón inhabitable de su piel


Ella se pasea por mi espalda, por mi cabello
Yo por su vientre, por su pecho
Por donde el amor nos lo permita


Ella está dispuesta a ir contra todo
en particular, contra el tiempo
Muchas veces nos limita, nos separa.


Ella me besa y yo pierdo la razón
Sus besos se han vuelto mi antojo,
sus labios mi capricho
su cuerpo mi deseo
Pero ella, en suma, es mi tentación.

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