sábado, 29 de enero de 2011

Poema XIV

De pronto te extraño, te extraño como un viejo recuerdo.
El silencio no es un buen consejero pero me ayuda a recordarte
y a conservar recuerdos de un futuro encuentro inminente.

¡Somos tan distintos!
Sin embargo, nuestra única semejanza, es nuestra diferencia.

De pronto te pienso, y pienso en silencio si piensas en mí como yo lo hago contigo.

Hoy he vuelto a verte como cada madrugada.
Permanecías callada y distante. Constelada como la noche.
Y te ausentaste en mi presencia y te presentaste en mi ausencia.

El tiempo nos separa, y nos une tambien.

El misterio no es tu mayor virtud ni el silencio tu mejor cómplice,
no sé cómo lo haces pero, eres, mujer, inmensamente indecifrable. Inalcanzable. Me encantas.

Somos, de pronto, el resultado de nuestros miedos
y, a veces, el miedo de nuestro resultado al prescindir un futuro juntos.

Hoy, como noches anteriores, huyo en secreto de mi realidad junto a ti.
Escapamos a lo desconocido.
Disfrutamos de nuestra compañía y descubrimos que, aquel sueño nocturno,
no es más que nuestro destino.

0 comentarios:

Publicar un comentario