miércoles, 19 de enero de 2011

La loca

Esta chica fue mi enamorada hace algunos meses atrás. El pseudónimo de loca fue otorgado por mis amigos debido a las cosas que ella escribía por el Facebook y por su peculiar apariencia extravagante. Nunca esperé nada malo de ella, pero parece ser que me equivoqué.

La conocí hace 6 meses por casualidad y mediante mi prima. Yo fui muy descortés y juguetón al principio. Ella me decía para vernos en persona ya que sólo manteníamos conversaciones por Messenger pero yo siempre la paseaba y le decía que pronto nos veríamos, pero en realidad no tenía ganas de verla ni mucho menos de conocerla pese a que ella me caía súper bien. Cierto día logró convencerme.

La primera vez que salimos fuimos al cine. Yo fui acompañado de mi prima porque ambas se conocían. Después de aquella primera salida, me convencí de que no quería volver a ver a esa chica porque me pareció muy regalona y muy mandada, pues en esa primera salida que tuvimos la chica me abrazaba y me hacía cariñito en plena oscuridad del cine. Incluso cuando terminó la película ella quería llevarme a tomar unos tragos, es decir, quería embriagarse conmigo. Yo me opuse totalmente a su proposición y preferí dejar todo ahí. Tuve miedo, es verdad. Y se lo confesé a mi prima cuando volvimos a casa. Es más, le dije que no volvería a ver a su amiga porque no me gustaba su forma de comportarse. Mi prima me apoyó y me dijo que su amiga no me convenía porque era muy obsesionada con los chicos y que no los deja en paz.

A las semanas siguientes volví a salir con esa chica. A las pocas semanas de conocernos ella me propuso ser enamorados. Yo no estaba seguro de comprometerme. Ciertamente no sentía nada por ella y tampoco esperaba sentir algo en el futuro, sin embargo algo dentro de mí me decía que lo intente, que quizá valga la pena intentarlo. Yo ya había sufrido mucho por amor y presentía que esa chica podría hacerme feliz. Así que lo intenté y, por propuesta mía, fui su enamorado.

Durante nuestra relación todo iba bien y llegué a sentir un cariño especial por ella pero desgraciadamente ese cariño no era suficiente. Yo le conté cosas muy personales, le confesé secretos que en realidad no eran secretos porque ya se lo había contado a algunas personas.

Ella me prometió que nunca revelaría nada y yo le creí. Todo iba bien hasta que ambos cometimos un grabe error: durante nuestro romance nombrábamos a nuestras ex´s parejas. Ella me decía que su ex enamorado le había hecho mucho daño, que incluso le había sido infiel y que ella prefería mantenerlo como amigo, porque como enamorado no tenía sentido. Sin embargo, él le insistía para volver y le decía que estaba arrepentido por todo lo que había pasado, pero ella no daba su brazo a torcer (a menos eso era lo que ella me contaba).

Yo a veces no le creía pero tampoco me disgustaba que tenga cierta comunicación con su ex, aunque muchas veces éstas sean en persona. Ella había sufrido mucho por él (eso era lo que ella me daba a entender) y no quería volver a sufrir. Siempre me daba excusas para no volver con él o para contarme anécdotas tristes y vacías. Yo, por el contrario, le decía que mi ex enamorada era una chica increíble, que era la mujer de quien más me había enamorado y que a pesar de estar distanciado de ella aún le guardaba cierto cariño muy especial. Nunca le escondí nada, y tampoco tenía por qué hacerlo, no tenía por qué ocultar mis sentimientos. Yo no me avergonzaba de ellos. Además yo quería recordar de ese modo a mi ex enamorada: con cariño y no con rencor, pues con ella fui muy feliz aunque también viví momentos que quisiera no volver a vivir jamás, pero de nada sirve agoviarme y llenarme el corazón de malos sentimientos.

Dos meses después, decidí terminar con el romance que tenía con "la loca". Le dije que era mejor no seguir porque yo no estaba enamorado. Ella me odió y me hizo sentir culpable de todo. Yo me puse triste y me sentí de lo peor. Me sentía una persona frívola y cruel por hacer sufrir a una chica que sólo se dedicó a darme amor mientras yo le pagaba con tristeza y dolor. Era injusto para ella haberse encontrado con un tipo tan miserable como yo. Sin embargo, a los pocos días de haber terminado conmigo, me enteré que volvió con su ex enamorado, con aquel tipo que la hizo sufrir y que ella me juraba que no volvería porque él no la merecía. A mí no me afectó en absoluto que haya vuelto con él e incluso me dio gusto la noticia. A los días ella se permitió bloquearme la entrada a su muro de Facebook, yo no le reclamé nada porque quizá a ella le daba vergüenza que yo me entere que había vuelto con el tipo que la hizo sufrir y que le había sido infiel en el pasado, lo que ella no sabía es que yo ya estaba enterado y no sentía ningún remordimiento sino mucha alegría.

Nunca perdí comunicación con ella, aunque cada vez nos comunicábamos menos. Las pocas veces que nos escribíamos por el Chat, ella me decía que sus papás preguntaban por mí y querían que vaya a visitarlos. A mí no me parecía oportuno verla de momento porque ella tenía enamorado, además no quería que pensase que yo la buscaba con la finalidad de volver a tener algo con ella, por eso me mantuve al margen por un tiempo, pero ella insistía en vernos e incluso quería ir a mi casa. Yo no veía apropiado que me buscase porque ella ya tenía enamorado. Es por eso que un día, sin previo aviso, yo fui a visitarla.

Cuando llegué a su casa saludé a su papá y él me recibió muy contento. Cuando ingresé me topé con su hija. Ella me saludó muy sorprendida y me invitó a pasar a su sala. Al entrar, vi a un chico en su sala, aquel tipo era su enamorado. Me quedé frío al verlo, no esperaba encontrármelo. Ella nos presentó y nos saludamos con un gesto distante y fugaz. Aquel día ese tipo me mandaba indirectas, yo me hacía el cojudo pero en el fondo entendía todo lo que me trataba de decir. Él me daba a entender que yo era gay. A mí sinceramente me daba igual. Me percaté también que el chico la trataba mal, de forma poco romántica y egoísta.

Al rato de haber llegado, la señora Amelia (mamá de ella) apareció en su sala y yo me alegré de verla y me acerqué para darle un besito y un abrazo cariñoso. La señora Amelia me miró enrarecida y sonrió diciendo: “Hola… ehmm ¿cómo es que te llamabas? Me pareció raro que no recuerde mi nombre. Por desgracia, ese día, me enteré de cosas que hubiera preferido no enterarme.

Ese día la señora me preguntó qué había sido de mi vida. Yo le dije que constantemente le mandaba saludos mediante su hija y le agradecí por preguntar a su hija por mí y querer que la visité. Ella me dijo que su hija nunca le hizo llegar mis saludos y, por lo tanto, si la señora no recibía mis saludos y no recordaba ni mi nombre, era evidente que tampoco le decía a su hija que yo vaya a visitarlas. Muy por el contrario, me pareció que todo era un invento de su hija para querer verme.

Aquel día me fui muy humillado de aquella casa porque me sentí utilizado y manipulado por los caprichos de una chica, y lo que más pena me dio fue haber sido engañado por una loca. Una vez más fui un imbécil manipulado por una mujer.

Por último, esta misma chica, le ha dicho a ciertas personas que yo soy gay y ha revelado ciertas cosas que yo le confesé en secreto. Sospecho que ha usado esa misma artimaña ridícula, y de lo más bajo, para volver con su ex chico. Seguro le ha dicho que yo soy un maricón para que vuelvan a estar juntos. Ahora entiendo las indirectas de su chico cuando lo conocí. Yo no sé que carajo le importa si soy gay o no, que se dediqué a su vida y que sea feliz con el chico que la hizo infeliz. Que me deje en paz y que haga con su vida lo que quiera.

Ahora siento lástima y pena por creer en ella y por confiarle ciertas cosas. Es más, aquella confesión que le hice se trataba de que un chico que estudiaba conmigo era gay y que quería conmigo. Y también que ese chico no era nada feo. Además que una vez un amigo mío me dio un piquito cuando estábamos ebrios y que aquel mismo amigo dormía conmigo porque se quedaba a dormir en mi casa cada vez que salíamos a las fiestas. Ella siempre me malinterpretaba y pensaba lo peor. Ahora sinceramente le digo que se meta por el culo todas mis confesiones y que aprenda a ser mejor persona.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Eso es lo malo de la gente que disque confiamos, ains nosotros pues! x ser tan buenos e inocentes :) jajajaja
vez a mi no m cuentas tus secretos sucios HUM jajaja
bueno se unas cosas MUAJAJA, pero nada, total te leo i me entero de todo xD
yAA VEN RAPIDO para q vngas a caasa a jugar carnavales i las chibolada te meta mano XD
jajajaja

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